Crear imágenes con inteligencia artificial se ha convertido en una tendencia viral. Pero detrás de cada diseño sorprendente, se esconde una realidad poco visible: el alto consumo de recursos naturales.

La inteligencia artificial (IA) está transformando la manera en que trabajamos, aprendemos, creamos e incluso soñamos. Estas herramientas nos permiten generar imágenes increíbles con solo una descripción. Pero detrás de esas imágenes deslumbrantes, hay una realidad que pocos conocen: millones de litros de agua se consumen cada semana para que estos sistemas funcionen.
Un estudio de investigadores de la Universidad de California en Riverside, advierte sobre la "huella hídrica secreta" de la IA. En sus palabras, estamos en un momento crítico para comprender y actuar frente a este impacto, en plena crisis global por la escasez de agua dulce.
¿Cuánta agua usamos para crear una imagen con IA?
Aunque no existen cifras oficiales, se estima que cada imagen generada con IA puede consumir entre 0,5 y 1 litro de agua solo para procesar la información y enfriar los servidores.
Ante la reciente viralización de la creación de imágenes a través de ChatGPT, Sam Altman, CEO de OpenAI, estimó: “Si en una semana se generan unos 216 millones de imágenes con IA, estaríamos hablando de 216.000 metros cúbicos de agua, el equivalente a más de 86 piscinas olímpicas”.
Además, se calcula que generar un texto de aproximadamente 100 palabras en ChatGPT puede consumir hasta 519 mililitros de agua, el equivalente a una pequeña botella. Cifra que se multiplica por los millones de consultas diarias.
¿Qué podemos hacer desde la cooperación?

En Coprocenva creemos que la tecnología y el desarrollo sostenible pueden ir de la mano, siempre que la usemos con responsabilidad. No se trata de rechazar la inteligencia artificial, sino de adoptarla con conciencia, entendiendo que cada clic, búsqueda o video deja una huella de carbono. Ser conscientes de esto es el primer paso para tomar decisiones más responsables y regular nuestro uso digital.
Estas son algunas acciones simples que puedes implementar para disminuir tu huella digital.
- Optimiza tus consultas a IA y motores de búsqueda. Sé claro y preciso en tus preguntas para evitar procesos innecesarios y múltiples repeticiones.
- Almacena solo lo necesario. Eliminar archivos, imágenes, correos y documentos que ya no necesitas en la nube reduce el uso de servidores, que requieren electricidad y refrigeración constante.
- Reduce el uso de IA para tareas innecesarias. Generar imágenes o textos por curiosidad o entretenimiento constante también implica un gasto energético.
- Apaga y desconecta cuando no uses dispositivos. Incluso en modo reposo, los dispositivos consumen energía. Apagar computadoras, servidores y módems cuando no los uses contribuye a disminuir tu impacto digital.