El sobreendeudamiento se ha convertido en una realidad cotidiana para muchas familias, y no siempre por irresponsabilidad, sino por falta de educación financiera.

Este fenómeno ocurre cuando una persona adquiere más compromisos financieros de los que puede asumir con sus ingresos actuales. No es lo mismo tener deudas que estar sobreendeudado. Lo segundo implica que las obligaciones financieras afectan la calidad de vida, la salud mental y la capacidad de ahorro o inversión.

Las causas suelen estar relacionadas con el uso excesivo de tarjetas de crédito, la solicitud de créditos de libre inversión sin planificación o la falta de un presupuesto mensual claro. Muchas veces, el bombardeo publicitario de “dinero fácil” termina convirtiéndose en una trampa silenciosa para quienes no tienen herramientas de análisis ni acompañamiento en la toma de decisiones financieras.

¿Cómo se puede evitar caer en ese círculo vicioso del endeudamiento?

La clave está en la educación financiera. Aprender a organizar los recursos, tomar decisiones con criterio y adoptar hábitos saludables puede marcar la diferencia entre vivir con tranquilidad o con angustia financiera. No se trata solo de cuánto se gana, sino de cómo se gestiona lo que se tiene. Estos pasos pueden ayudarte a tener un mayor control sobre tu economía personal:

  1. Presupuesta antes de gastar: Lleva un registro claro de tus ingresos y egresos. Puedes usar aplicaciones, una hoja de cálculo o incluso una libreta. Lo importante es saber en qué se va tu dinero para tomar decisiones conscientes.
  2. Prioriza necesidades sobre deseos: Antes de comprar, pregúntate si realmente lo necesitas o si es un gusto del momento. Aprender a diferenciar entre lo esencial y lo secundario es una herramienta poderosa para evitar gastos innecesarios.
  3. Elige deudas con propósito: Endeudarse no es negativo si se hace con objetivos claros como educación, vivienda o un emprendimiento. Lo importante es que puedas cumplir con el pago sin poner en riesgo tu bienestar básico.
  4. Ahorra, aunque sea un poco: Más que la cantidad, lo que importa es la constancia. El hábito del ahorro crea un colchón que te protege ante imprevistos y reduce la dependencia del crédito para cubrir emergencias.

Construir unas finanzas saludables no es un reto inalcanzable. Con información, disciplina y apoyo, es posible tomar el control y vivir con mayor seguridad y libertad económica. En ese camino, Coprocenva no solo ofrece productos de ahorro y crédito. Acompaña, educa y apoya a sus asociados para que tomen decisiones más conscientes, responsables y sostenibles. Porque entiende que el bienestar no comienza con un crédito, sino con una buena orientación.